domingo, 25 de enero de 2009

La berenjena

Es un fruto originario de India, de piel morada o blanca, que puede presentar tanto forma alargada como ovalada. Se debe comprar con piel brillante, sin agujeros o zonas arrugadas. Se utiliza mucho en la cocina de los países cercanos al mar Mediterráneo, junto con el tomate, la albahaca, el orégano, las aceitunas, las cebollas, el calabacín y el pimentón, entre otros vegetales. De igual manera, su consumo se ha extendido por muchos otros países, pues gracias a su rico y ligero sabor son variadas las recetas que se pueden preparar con ella: sopas, ensaladas, purés, gratenes, dips y pasapalos. La berenjena es muy baja en calorías, rica en fibras y está compuesta en un 93% por agua, de allí que se haya convertido, con el tiempo, en uno de los alimentos más populares en la gastronomía mundial.


Timbal de berenjenas, tomates y queso mozzarella
cubierto con ragú de tomate

Ingredientes
(6 personas)
3 berenjenas
9 tomates de perita maduros
4 quesos mozzarella
6 cdas. de aceite de oliva extravirgen
6 dientes de ajo
3 cdas. de pasta de tomate
10 hojas de albahaca
100 g de queso parmesano rallado
1 cdta. de azúcar
Sal y pimienta al gusto

Preparacion
Lavar y cortar las berenjenas con su piel en ruedas. Untarlas con sal y dejarlas en un recipiente a un lado para que eliminen el sabor amargo. Secarlas con papel absorbente y dorarlas en una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva extravirgen. Lavar los tomates y cortarlos en ruedas. Dorarlos por ambos lados en una sartén con tres cucharadas de aceite de oliva extravirgen. Sofreír los ajos machacados. Agregar el puré de tomate, unas hojas de albahaca picaditas, sal, pimienta al gusto y azúcar para quitarle la acidez a la salsa. Cocinar hasta que resulte una salsa de tomate. Colocar en un molde refractario las rebanadas de berenjenas; encima, ruedas de queso mozzarella; luego, las rebanadas de tomate; y finalmente, otras ruedas de queso mozzarella. Cubrir con la salsa de tomate y espolvorear con queso parmesano rallado. Hornear por veinte minutos a 350ºC. Servir acompañado con arroz blanco o con una ensalada verde.

Nota
l También se puede presentar en cada plato individual haciendo una torre: una rueda de berenjena, una de queso mozzarella, y otra de tomate. Se repite la secuencia, para luego cubrir con salsa de tomate, espolvorear con queso parmesano rallado y hornear hasta que dore el queso. Servir bien caliente y decorar con hojitas de albahaca

Espaguetis con calabacines a la crema

Ingredientes
(6 personas)
l 5 berenjenas
l 2 cebollas grandes picadas en cuadritos
l 1 lata de 450 g de tomates en su jugo
l 2 tazas de caldo de pollo o de carne
o 2 tazas de agua y 1 cubito concentrado
2 cdas. de salsa de tomate Ketchup
4 dientes de ajo machacados
3 cdas. de aceite de oliva extravirgen
1/2 (media) taza de vino blanco
250 g de cangrejo auténtico o falso (surimi picadito: ver explicación)
Perejil para adornar
1 cdta. de tomillo seco o 2 de tomillo fresco
Sal y pimienta al gusto

Preparacion
Calentar el aceite en un caldero y sofreír los ajos machacados y las cebollas picaditas. Lavar, pelar y picar las berenjenas. Agregar al sofrito anterior. Añadir los tomates picaditos en su jugo. Verter el vino blanco, el caldo de pollo o de carne, el tomillo, la sal y la pimienta al gusto. Hervir a fuego lento durante treinta minutos. Dejar enfriar y licuar. Colocar nuevamente en la olla y agregar la carne de cangrejo picadita. Calentar y servir caliente. Decorar cada taza con perejil picado o una ramita de tomillo fresco.

Nota
El cangrejo se puede sustituir por atún, camarones, vieiras o calamares cocinados

Surimi
El término es de origen japonés y significa "músculo de pescado picado". Consiste en la materia prima para la elaboración de productos como palitos de pescado, de cangrejo o de mariscos, actualmente disponibles congelados en todos los mercados. Su elaboración se remonta a hace miles de años en Japón. Originalmente, los pescadores comenzaron a producirlo de forma artesanal desmenuzando pescados frescos, y lograron un producto tratado con calor al que denominaron kamaboko. De esa forma, consiguieron comercializar pescados que no se consumían y aumentar así su período de conservación. En los años setenta Japón vio crecer la producción de surimi. Se expandió a Europa una década después y hoy en día se utiliza en todo el mundo. Se trata de una mezcla de pescados, clara de huevo, harina, aceite vegetal y una pizca de páprika. Por lo general, se utiliza para preparar ensaladas, sopas, pastas, pudines, sándwiches, aperitivos, croquetas, arroces, etcétera. Cada 100 gramos poseen 82 calorías, y además es muy rico en proteínas y pobre en grasas.

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