sábado, 2 de mayo de 2009

Cocinando con ajo

Un sofrito sin ajo no es un buen sofrito. Este bulbo es un ingrediente insustituible en el adobo de carnes, pollos, cochinos y corderos, así como también es imprescindible en la elaboración de salsas como el pesto de albahaca o la de tomate para guisos, pastas o pizzas. Es excelente para marinar pescados, saltear vegetales o cocinar un rico arroz blanco. Al igual como sucede con la cebolla, el sabor y el olor intensos del ajo se reducen cuando es cocinado. Hoy en día se encuentra en los mercados en diferentes presentaciones: en su estado natural, en polvo, y también pelado, picado y envasado, recomendable para una cocina rápida y práctica. Media cucharadita de ajo granulado o molido equivale a un diente de ajo natural. Pruebe las recetas que presento a continuación para que descubra nuevas aplicaciones de este sabroso ingrediente.



Sopa
de ajo

Ingredientes
(6 personas)

200 g. de pan de canilla duro (2 canillas de dos o más días)
8 dientes de ajo
3 cdas. de aceite de oliva
1 1/2 litros de caldo de pollo
3 huevos
1 cda. de pimentón dulce en polvo
Sal al gusto
Perejil para adornar

Preparación

Colocar en una cazuela de barro el aceite de oliva y los ajos picados. Agregar, después, el pan cortado en trocitos para sudar con el ajo y el aceite. Espolvorear el pimentón dulce, añadir la sal al gusto y verter el caldo de pollo. Cocinar durante diez minutos. Batir los huevos enteros y agregar en hilos a la sopa hirviendo. Servir cuando cuaje y acompañar con más panes tostados con ajo y aceite de oliva. Adornar con perejil fresco picado.

Chuletas de cochino
con mantequilla de ajo

Ingredientes
(6 personas)


Entre 6 y 12 chuletas de cochino
(según el tamaño)

Adobo

6 ajos machacados
2 cdas. de salsa inglesa
1 cdta. de orégano
Sal y pimienta negra recién molida

Mantequilla de ajo

100 g. de mantequilla
6 dientes de ajo machacados
3 cdas. de perejil picado
2 cdas. de jugo de limón
Hojas de orégano fresco o perejil
para adornar

Preparación

Lavar las chuletas de cochino y adobarlas, preferiblemente el día anterior a su preparación, con los ajos machacados, la salsa inglesa, la sal y la pimienta. Preparar la mantequilla de ajo uniendo la mantequilla —a temperatura ambiente— con los ajos, el perejil molido y el jugo de limón. Refrigerarla en forma de cilindro —dentro de papel de aluminio— para que endurezca. Calentar una plancha, agregar un poco de aceite y cocinar las chuletas. Sellar y cocinar bien durante aproximadamente diez minutos por cada lado. Acompañar con arroz blanco, yuca, papa, ensalada verde o vegetales en julianas. Colocar, antes de servir, una rueda de la mantequilla de ajo encima de cada chuleta.

Nota

Las chuletas de cochino se pueden sustituir por chuletas de ternera,
de cordero o por un bistec de carne.

Ñoquis de espinaca y requesón. En la edición de Estampas del pasado
29 de julio se omitió involuntariamente la preparación de la salsa de tomate que acompañaba a los deliciosos ñoquis de espinaca. Pedimos disculpas a los
lectores. Y no queda más que invitarles a hacer suya la receta

Salsa de tomate
Ingredientes


6 tomates maduros
2 cebollas
2 cdas. de pasta de tomate
4 dientes de ajo
4 hojas de albahaca
2 cdas. de aceite de oliva
Sal y pimienta negra
al gusto

Preparación

Picar los tomates y las cebollas en cuadritos. Machacar los dientes de ajo y sudarlos en un caldero con aceite de oliva. Agregar las cebollas y después los tomates. Verter la pasta de tomate, la sal, la pimienta al gusto
y la albahaca picada. Servir en el fondo de cada
plato la salsa de tomate, y, encima, los ñoquis
calientes. Espolvorear con queso parmesano
o queso pecorino rallado o en hojuelas.


Otras bondades del ajo

Para los egipcios,
los griegos y los romanos el uso del ajo fue muy importante, pues desde entonces fueron excelentes sus resultados culinarios y medicinales. En estas y otras civilizaciones se utilizó, como todos saben, para fines tanto esotéricos —alejar a los espíritus y espantar a los vampiros—, como terrenales —fortalecer a los trabajadores, prevenir las pestes y curar enfermedades de la piel. Tiempo después se le otorgaron nuevos beneficios relacionados con la prevención de enfermedades cardiovasculares, pues es antiséptico, diurético, purifica la sangre y ayuda a bajar el colesterol malo. Tiene, además, otras interesantes bondades para la salud: es rico en calcio, fósforo, hierro y contiene variedad de minerales y vitaminas. Es por ello que es un alimento básico en la dieta mediterránea y, sin duda, en la gastronomía mundial.

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