con arroz, cebolla y un toque de picante. En general,
son muy conocidas en todo
el mundo y se comen
en especial como aperitivo,
en parrillas o como ingrediente de potajes o cocidos.
Ensalada de lechuga, aguacate, morcilla y manzanas sautée
Ingredientes
(6 personas)
•1 lechuga romana
• 1 lechuga americana
• 1 paq. de rúgula
• 1 radiquio morado
• 6 morcillas
• 3 manzanas
• 3 cdas. de azúcar
• 3 cdas. de mantequilla
• 2 aguacates grandes
Vinagreta
• 1 taza de vinagre balsámico
• 2 cdas. de miel
• Sal y pimienta
• 1/2 taza de aceite de oliva
Preparación
Para preparar la vinagreta reduzca el vinagre balsámico cocinándolo en una olla con la miel hasta que espese y tome contextura de melado. Unir el aceite de oliva, la sal y la pimienta negra al gusto. Servir en cada plato un poco de las lechugas mezcladas. Colocar varios trozos de morcillas, tres de manzanas doradas y dos o tres rebanadas de aguacate. Aderezar con la vinagreta y acompañar con pancitos tostados.
Canapés o brusquetas de morcilla y manzana sautée
(6 personas)
Ingredientes
•2 canillas cortadas
en rebanadas y tostadas
• 8 morcillas cortadas finamente
en rebanadas
• 3 manzanas verdes
• 2 cdas. de mantequilla
• 4 cdas. de azúcar
Preparación
Tostar las rebanadas de canilla
en una plancha refractaria al
horno. Cortar las morcillas en rebanadas finas. Es mejor congelarlas para que sea más
fácil cortarlas. Sudarlas en una plancha con un poco de aceite
por ambos lados. Cortar las manzanas en rebanadas y
dorarlas en una sartén con azúcar
y mantequilla. Colocar los panes tostados en una bandeja y, encima de cada uno, una rebanada de
morcilla y, sobre ésta, un trozo de manzana sautée. Servir como pasapalo.
El vinagre balsámico |
Es un tipo de vinagre italiano que consiste en la mezcla de vinos tintos y blancos. Su sabor es fuerte y ligeramente dulce, y su color es oscuro. Originalmente y en versiones más artesanales, el período de maduración dura, en barricas de madera, por lo menos doce años; sin embargo, hoy en día, con la industrialización del producto, sólo llega a cinco años. Los mejores acetos balsámicos provienen de la ciudad de Módena o de Reggio Emilia. Al calentarse desaparece su acidez y dulzura, por lo que se recomienda verterlo justo antes de retirar del fuego. Al destaparlo el oxígeno no deteriora su contenido, así que puede conservarse por mucho tiempo, siempre y cuando se mantenga en lugares frescos. También se puede reducir con miel o azúcar morena para decorar platos, acompañar pavo o cochino y para aderezar ensaladas. |
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